viernes, 25 de diciembre de 2009

LA PARROQUIA DE SAN JOSÉ DE CEUTA OS DESEA
FELIZ NAVIDAD
SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR
VIERNES 25 DE DICIEMBRE

JUAN 1, 1-18 En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombre. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venia como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: Este es de quien dije “El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo”. Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la Ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE SANTA MARÍA VIRGEN.
MARTES 8 DE DICIEMBRE

El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: No temas, María porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa del Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Y maría dijo al ángel: ¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?. El ángel le contestó: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible. María contestó: Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y la dejó el ángel.
DOMINGO 6 DE DICIEMBRE
2º DE ADVIENTO
2ª SEMANA DEL SALTERIO

LUCAS 3, 1-6: En el año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes virrey de Galilea, y su hermano Felipe virrey de Iturea y Traconítide, y lsanio virrey de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la Palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Una voz grita en el desierto: preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

El próximo lunes día 7 de diciembre a las 21:00 horas se celebrará la VIGILIA DE LA INMACULADA en la Parroquia de Nuestra Señora de Africa.
HOMILIA PRONUNCIADA EL DOMINGO 29 DE NOVIEMBRE POR NUESTRO PARROCO D. MIGUEL TENORIO TENORIO.

Comenzamos el nuevo año litúrgico con el Adviento, que consiste en una preparación interior para disponer nuestro espíritu y todo nuestro ser en general a la llegada del Señor.

Este ciclo que comenzamos es el “C” o de san Lucas, el evangelista de la misericordia, para la Iglesia viene a significar como el año nuevo, lo que quiere decir que tenemos que examinar en nuestra oración privada, en nuestro diálogo con el Señor todo lo positivo y lo negativo que hubo a lo largo de este año litúrgico pasado.
Tenemos que concretar nuevas metas para el presente año litúrgico que nos acerquen más a Dios, pero no hemos de hacerlo solos sino en compañía de la Madre de Dios y Madre nuestra, teniendo en cuenta que este mes es el mariano por excelencia y no el de Mayo que es por tradición.

Ella si que supo estar preparada para la venida del Señor, pues día a día trataba de vivir siempre algo; hacer las cosas de la casa con una mejor entrega, cuidar los detalles con su esposo José, vivir una mortificación pequeña, hacer penitencias pequeñas por la conversión del mundo, vivir más intensamente la oración, entregarse más a los demás…

Tenemos en Ella todo un manantial de virtudes para hacerlas nuestra, concretándolas en este tiempo que esperamos la llegada de nuestro Redentor; esta llegada no será autentica, no se hará realidad si de verdad no hay en nosotros un verdadero espíritu de conversión, de dolor por los pecados, de enmienda de los mismos y de entrega a los demás.


Toda forma de vida cristiana exige interiorizar en el desierto como Juan el Bautista para preparar el camino del Señor, es decir, se necesita un desprendimiento total externo e interno a todo aquello que nos aparta de preparar el camino al Señor; por eso el Adviento es una llamada fuerte a este deber.

Para mantener una relación con Dios, una mayor intimidad con Él, se requiere el silencio, no solo interior sino también el exterior, para estar pronto a lo que su voluntad disponga.

Sabiendo el significado del Adviento, lo que es en sí, y lo que nos exige a cada uno en particular y según nuestro estado, ¿Qué estamos dispuesto hacer en estas cuatro semana de preparación a la llegada del Señor?, ¿cómo vamos a preparar nuestro interior?, ¿cómo lo vamos a anunciar a los más próximos a nosotros….familia, amigos, compañeros de trabajo, enfermos, ancianos…?

Le pedimos a la Madre de Dios y Madre nuestra que a imitación de Ella sepamos preparar este tiempo, sepamos vivir para Jesús y que sepamos llevarlo y darlo a conocer a los demás. Que así sea.