sábado, 24 de enero de 2009

DOMINGO 25 ENERO
3º TIEMPO ORDINARIO
3ª SEMANA DEL SALTERIO
CONVERSION DE SAN PABLO
JORNADA DE LA INFANCIA MISIONERA
MARCOS 1, 14-20: Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: Convertíos y creed en el Evangelio. Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: Venid conmigo y os haré pescadores de hombres. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.

viernes, 16 de enero de 2009

DOMINGO 18 ENERO
2º TIEMPO ORDINARIO
2ª SEMANA SALTERIO

JUAN 1, 35, 42: Estaba Juan con dos de sus discípulos y fijándose en Jesús que pasaba, dijo: Este es el cordero de Dios. Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y al ver que lo seguían les preguntó: ¿Qué buscáis?. Ellos le contestaron: Rabí ( que significa Maestro), ¿dónde vives?. El les dijo: Venid y lo veréis. Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encontró primero a su hermano Simón y le dijo: Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo). Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que significa Pedro).

viernes, 9 de enero de 2009

FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR
DOMINGO 11 ENERO

MARCOS 1, 6b-11: Proclamaba Juan: detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco ni agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo. Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo: Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto.