DOMINGO 22 FEBRERO
7º TIEMPO ORDINARIO
3ª SEMANA SALTERIO
MARCOS 2, 1-12: Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaún, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos, que no quedaba sitio en la puerta. El les proponía la palabra. Llegaron cuatro llevando un paralítico, y como no podrían meterlo por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: Hijo, tus pecados quedan perdonados. Unos letrados, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: ¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados fuera de Dios? Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: ¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico "tus pecados quedan perdonados" o decirle "levántate, toma tu camilla y echa a andar"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados..., entonces le dijo al paralítico: "Contigo hablo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa". Se levantó inmediatamente, tomó la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios diciendo: "Nunca hemos visto una cosa igual".